¿Pueden tocar el didjeridu las mujeres no aborígenes?
Esto es una cuestión que genera gran controversia en Australia y en todo el mundo. Muchos mitos se han extendido sobre porqué las mujeres no deberían tocar y las consecuencias a las que podrían verse enfrentadas.
Puede ser diferente en otras comunidades aborígenes, pero en el Miwatj, la opinión mayoritaria es que a las mujeres que toquen no les pasará nada. Tocar por diversión es una simple actividad física, no una actividad espiritual peligrosa. Pero lo más importante, es que por ley y costumbre, las mujeres Yolŋu no tocan el yiḏaki. Existen excepciones, pero normalmente no lo hacen, de igual manera que la mayoría de hombres en el mundo no lleva ropa de mujer, y la mayoría de mujeres no practica deportes agresivos, de la misma manera, las excepciones a esta regla a menudo causarán risa. La mayoría de Yolŋu, hombres y mujeres por igual, sienten que esta costumbre no debería cambiar.
Djalu´- Las mujeres Yolŋu no tocan, pero esta abierto enseñar a las mujeres que quieren el yiḏaki en sus vidas.
Burrŋupurrŋu Wunuŋmurra está de acuerdo, y enseñaría a una mujer no Yolŋu.
Wukuṉ Waṉambi habla del papel de la mujer, el llanto ceremonial o milkarri.
De hecho, existen momentos en los que las mujeres Yolŋu tocan el yiḏaki. Asisten en la fabricación de los instrumentos, o incluso los fabrican ellas mismas. Una prueba rápida del tono es normalmente efectuada por mujeres en estos casos, aunque lejos de las miradas entrometidas, y a menudo con un guiño y una sonrisa. Algunos Yolŋu cuentan historias de mujeres tocando en ceremonias, en el improbable caso de que no hayan hombres presentes para tocar. De hecho, al final de muchas dhapi, o ceremonias de iniciación de chicos jóvenes, se cambian los roles de modo festivo y en clave de humor, y algunos hombres y mujeres intercambian roles, las mujeres pueden cantar y tocar yiḏaki y los hombres se visten con faldas de mujer y bailan como ellas! La mayoría de Yolŋu dice que esto no es la verdadera manera de tocar yiḏaki, sino “solo para dhapi”. Es una broma que resulta en risas, y no una manera seria ni precisa de tocar.
Bawali Marika hace que toca yiḏaki en la dhapi de su hijo para diversión de todos los presentes.
Djambawa Marawili ha oído de mujeres Yolŋu tocando en ceremonias en emergencias, cuando ningún hombre puede.
Baḏikupa también ha oído historias sobre mujeres tocando, y reta a otras mujeres Yolŋu a hacerlo.
Wukuṉ presenta una idea interesante. Todo lo más sagrado pertenece a las mujeres, pero el yiḏaki es público.
Galarrwuy – las mujeres cuidan de los yiḏaki sagrados a largo plazo – como de un niño.
De todas formas, muchos Yolŋu se sienten incómodos con la idea de que una mujer toque el yiḏaki en público. No se considera apropiado en la vida diaria. Mientras que algunos hombres están encantados de enseñar yiḏaki a mujeres no Yolŋu, no se hace durante eventos públicos en Tierra de Arnhem, como el festival Garma donde podría molestar a otros. Mujeres Yolŋu como Merrkiyawuy Ganambarr, dijeron que está bien que mujeres no Yolŋu toquen si quieren,”pero que no vengan aquí a hacerlo.” En los clips siguientes encontraréis mujeres siendo mùas estrictas sobre esta cuestión que los hombres en los videos de arriba.
Merrkiyawuy Ganambarr habla de la ley y de mantener los roles por género separados.
Banduk Marika esta de acuerdo, y menciona que debe haber profundas razones por las que la ley es como es.
La hermana de Djalu Dhäŋgaḻ Gurruwiwi dice que las mujeres no Yolŋu pueden hacer su propia elección, pero la suya es clara.
Así que el mejor consejo para las mujeres no Yolŋu, es que toméis vuestra propia decisión, sabiendo que hay algunos Yolŋu que os animarán a tocar. Pero sed conscientes de con quién os encontráis. Si estáis en Tierra de Arnhem o en presencia de gente de la región, comprobad cuidadosamente que nadie se sentirá molesto antes de tocar. Sabed que puede resultar chocante y provocar risa como cuando tocan las mujeres en las ceremonias de iniciación. Las mujeres Yolŋu tienen sus propios asuntos, y les gusta estar juntas y ceñirse a las costumbres. No haréis amigos ni empezaréis ninguna relación de intercambio con los Yolŋu si forzáis vuestro punto de vista, y alejaréis a las mujeres que podrían haberse convertido en amigas.
