¿Qué opinan los Yolŋu de que otros fabriquen y vendan didjeridus?
Los Yolŋu saben que la fabricación de didjeridu se ha extendido por toda Australia, pero muchos se sorprenden al saber que el instrumento también está siendo fabricado de diferentes maneras y con distintos materiales por todo el mundo. Todos se sienten en cierto modo propietarios del instrumento. Algunas opiniones son más extremas, como que el didjeridu solo pertenece a los Yolŋu y grupos vecinos, y que está mal que otros los fabriquen y ganen dinero con ello. Otros son un poco más abiertos, pero sin nunca otorgar al didjeridu el estatus de instrumento musical global, desconectado de sus orígenes.
El didjeridu “cortado-y-vaciado” a crecido mucho en popularidad en los últimos años. Ya que los árboles en otros países no son vaciados naturalmente por las termitas, la gente ha aprendido a coger troncos de madera, abrirlos, vaciar el interior de las dos mitades y volver a unirlas para conseguir un didjeridu que se pueda tocar. La personalización y los estándares de trabajo de la madera en occidente atraen a muchos músicos de didjeridu que previamente habían comprado instrumentos auténticos.
La mayoría de Yolŋu coincide en que está bien que otros fabriquen instrumentos con sus propios materiales, pero piensan que una vez vendidos, constituye una violación de los derechos de autor, aprovechándose de su idea y quitando dinero de los bolsillos de los Yolŋu. A pesar de todo, no existe un deseo de tomar acción para detener esto, mientras no se mienta sobre la autenticidad de los instrumentos que no vienen de los Yolŋu, y que la tierra Yolŋu y sus recursos naturales no sean explotados de la manera que lo han sido en el resto del país por parte de negocios del didjeridu no pertenecientes a los Yolŋu.
Si fabricas y vendes didjeridus, considera el sentir de los aborígenes, y piensa en lo que dijo Dhukaḻ de dar algo a cambio. Esto no significa necesariamente un porcentaje de tus ventas, puede ser algo simple o más básico, ya sea ahora o a largo plazo. Se creativo.